viernes, 3 de abril de 2015

MOOC: 3 alternativas de capacitación gratuita

Los ‘Massive Open Online Courses (MOOC)’ son una muestra del cambio en la industria de la educación con la web. Desde finanzas hasta filosofía, pasando por historia, las escuelas más prestigiosas del mundo tienen programas para diferentes públicos.

En medio de la web 2.0, la nube o ‘cloud’ y sofisticados dispositivos electrónicos, el contenido abierto y las nuevas plataformas de enseñanza están transformando la industria de la educación. Y los llamados MOOC o Cursos Masivos Abiertos en Línea son solo una consecuencia natural difundida desde el 2008.

Universidades como Harvard, Stanford o el Massachusetts Institute of Technology (MIT) tienen programas de MOOC desde robótica o inteligencia artificial hasta literatura o medicina, entre otros.

El principal objetivo de los MOOC es difundir sus programas universitarios entre estudiantes de todo el mundo sin importar su ubicación o condición social. Toda la información y materiales de estudio se encuentran en la nube con acceso libre.

No obstante, a pesar de las facilidades y el elevado número de personas inscritas, la tasa de estudiantes que terminan los cursos es muy baja. Según el portal Extreme Networks, los estudios indican que quienes se inscriben en los MOOC no tienen intenciones de comprometerse realmente a terminar el programa.

Algunas opciones

- Coursera.org. Standford, Duke University, la escuela Wharton, entre otras entidades no menos reconocidas utilizan esta plataforma para difundir sus cursos.  Hay en español



- edx.org. Harvard, el MIT, Berkeley, Cornell, etc. usan este medio para sus programas de negocios, economía, finanzas, filosofía o historia.

- NovoED. Esta plataforma de aprendizaje usada por la Universidad Standford y otras instituciones ofrece programas en tecnología y asunto financieros, también en castellano.



MOOC: 5 Plataformas edX, Moodle, CourseSites, Udemy, Versal

Hay una serie de buenas opciones para los educadores que buscan crear sus propios MOOC (Cursos online masivos y abiertos). Aquí un vistazo a cinco de las plataformas más interesantes.

La mayoría de las principales universidades del mundo comenzaron a ofrecer algún tipo de MOOC (Massive Open Online Course) a finales de 2013. Ahora, estamos empezando a ver el producto MOOC moverse hacia los ámbitos corporativo y privado.

Empresas como Google y Tenaris están utilizando MOOC para capacitar a sus empleados, MongoDB está educando a desarrolladores a través de MOOC y miles de instructores privados están dictando clases en sitios como Udemy.

Si está considerando un MOOC para usted o su organización, primero debe determinar cuál es la herramienta que va a utilizar para construir el curso. Conozca y evalue 5 plataformas MOOC.



edX
EdX es una plataforma de código abierto ofrecida por edX.org. Universidades como Harvard y MIT la usan para ofrecer cursos a más de 100,000 estudiantes. Fue lanzada como código abierto en marzo de 2013, y el objetivo era actuar como WordPress para plataformas MOOC, lo que permite a los usuarios utilizar los plug-ins para ampliar la funcionalidad básica. edX tiene un ambiente moderno y rápido, con capacidad de dar cabida a grandes inscripciones.
edX es adecuada para organizaciones que desean una sólida, moderna y flexible plataforma de estrategia de juego. A pesar de que es de código abierto, se necesitará invertir tanto en instalación como en mantenimiento. Pero el retorno será una plataforma que pueda proporcionar contenido líder en su sector a miles de estudiantes.

Moodle
Moodle es un sistema de gestión de aprendizaje de código abierto (LMS) que permite a los usuarios crear y ofrecer cursos en línea. Fue creado para clases en línea tradicionales en lugar de MOOC, que atraen a un gran número de estudiantes. Tiende a ser más fácil de instalar que edX, y hay opciones disponibles para instalación almacenada o un solo clic.

Moodle es ideal para organizaciones que desean una herramienta LMS personalizable y llena de funciones. La plataforma ofrece más que edX en términos de herramientas educativas, análisis y cumplimiento de SCORM. La desventaja es que la plataforma tiene más de diez años de antigüedad. El número de opciones de configuración puede ser desalentador, y el rendimiento del sistema se ve afectado cuando hay un mayor número de estudiantes.

CourseSites de Blackboard
Es una plataforma excepcionalmente sólida. Tiene la mayoría de características de Moodle, incluyendo extensas herramientas de enseñanza, funciones de informes y cumplimiento de SCORM. También está basada en la nube. Usted puede configurar un curso en cuestión de minutos y nunca tendrá que preocuparse por mantenimiento o actualizaciones.


El servicio es gratuito para un máximo de cinco cursos en vivo, y Blackboard no ha dado indicios de que esto va a cambiar. La desventaja parece ser que sus cursos están marcados con el logotipo de Blackboard, y sus estudiantes deben inscribirse en Blackboard para participar en un curso.

CourseSites es una buena opción para las personas – por ejemplo, un maestro que quiere migrar parte de un plan de estudios a un formato en línea – o las organizaciones que buscan empezar a experimentar con cursos en línea sin necesidad de instalar nada. El máximo de cinco cursos y la incapacidad de poner nombre a su curso imponen limitaciones sobre cómo se puede aplicar esta plataforma. Pero gracias a los costos de mantenimiento más bajos y el mayor número de características, CourseSites es una buena opción.

Udemy (versión gratuita)
Udemy se ha especializado en MOOC privados. Véalo como el YouTube de MOOC. Los profesores pueden crear y alojar sus propios cursos en la plataforma y luego los ofrecen a los usuarios de forma gratuita o por una tarifa.
Udemy es para las personas que quieren crear fácilmente cursos básicos y obtener de ellos beneficios económicos. La plataforma está llena de programadores, fotógrafos, diseñadores y otros especialistas que ofrecen sus conocimientos en forma de un curso en línea. La fortaleza más distintiva de Udemy es su base de 2 millones de alumnos registrados. Cuando se crea un curso en Udemy, usted podrá llegar a este grupo de potenciales estudiantes.

Versal (versión gratuita)
Versal es una nueva e intrigante plataforma. Sus principales puntos fuertes son una interfaz de usuario intuitiva y elegante y una sólida funcionalidad de arrastrar y soltar. Un usuario puede registrarse de forma gratuita y luego crear un curso que incluye expresiones matemáticas, ampliaciones de imagen y muchos más detalles, todo ello sin tener conocimientos de programación. Los usuarios también pueden incrustar sus cursos publicados en otros sitios web, como blogs personales.
Versal no puede ser llamada una plataforma MOOC, porque carece de ciertos elementos MOOC. En particular, no existe actualmente ninguna funcionalidad de foro o discusión. En lugar de ello, puede ser considerada como una sólida plataforma tutorial.

Versal es más adecuado para las personas que quieren construir rápidamente tutoriales elegantes – por ejemplo, un maestro que crea una tarea para sus estudiantes, o un músico que crea un curso corto sobre teoría de la música y lo publica en su blog. Versal es un producto joven, y la compañía está planeando desarrollar algunas de las características que su plataforma carece actualmente. No hay que perderlo de vista.



Qué plataforma elegir depende de las suposiciones que usted haga sobre su curso. La mayoría de estas plataformas ofrecen demos que ayudan a interactuar con un curso y tratar de imaginar su contenido con una apariencia similar. Por último, no se preocupe acerca de cambiar de parecer desde el principio. Todas estas plataformas se basan en gran parte del mismo contenido (videos de YouTube, PDF, exámenes, etc.), por lo que es fácil pasar desde la mitad de un curso hasta el proceso de creación




MOOC: El temor al cambio de las universidades

La enseñanza online podría modernizar la educación superior , pero muchas universidades todavía se le resisten. Cuando los cursos online masivos y abiertos (MOOC) comenzaron a expandirse, desde el 2012, hubo mucha preocupación de que destruirían las universidades tradicionales.

Pero eso no está ocurriendo. “Estamos haciendo un mejor trabajo en mejorar las competencias laborales que en transformar el sector universitario”, señala Rick Levin, expresidente de la Universidad de Yale y actual CEO de la mayor proveedora de MOOC , Coursera. Levin indica que el 85% de sus alumnos tiene más de 22 años.

Esta tecnología está abaratando la educación y haciéndola más práctica y efectiva para quienes tienen menor oportunidad de acceso a la educación superior.

La  University of the People (Universidad de la Gente), ubicada en Pasadena, California, que solo dicta clases online, ofrece carreras a estudiantes de todo el mundo a un costo total de US$ 4,000 y otorga becas a quienes no cuentan con los recursos suficientes.
Comenzó el 2009 y fue acreditada el año pasado.

A la fecha, cuenta con 65 graduados y en estos momentos presta servicios a 1,500 alumnos. El cuerpo docente está integrado por académicos que ofrecen sus servicios de manera voluntaria.
La practicidad de los estudios online los hace especialmente adecuados para la gente que trabaja. Según Phil Regier, decano de la facultad online de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), el mercado para las carreras vía Internet en Estados Unidos está conformado por los 30 millones de personas entre 25 y 40 años que dejaron la universidad.  ASU tiene 13,000 alumnos online así como 70,000 que acuden a clases presenciales.

Las universidades con fines de lucro son también proveedores importantes de educación para adultos y cada vez se apoyan más en las herramientas disponibles en Internet. Por ejemplo, el 94% de los 42,000 alumnos de la estadounidense Kaplan University sigue sus estudios online.

Derek Bok, expresidente de la Universidad de Harvard , se siente optimista pues sostiene que las computadoras pueden hacer que la enseñanza sea más efectiva: “Gradualmente, la tecnología está haciendo que un buen número de catedráticos reexamine cómo dicta sus clases, alejándose de la manera pasiva de aprendizaje y acercándose a una más activa e interesante”.

William G. Bowen, expresidente de la Universidad de Princeton, testeó tales cursos en varias universidades y halló que los alumnos aprenden tanto que con la enseñanza convencional en un tiempo 75% menor y con costos reducidos entre 19% y 57%.

Carol Twigg, presidenta del Centro Nacional para la Transformación Académica, testeó métodos similares en 156 proyectos y obtuvo resultados parecidos.

Compañías como Kaplan, Apollo y Pearson (que posee el 50% de The Economist) están invirtiendo en tecnología educativa, lo mismo que buena cantidad de startups.

Kevin Carey, autor de “The End of College” (“El fin de la universidad”), cree que las “acreditaciones” electrónicas que están siendo creadas por ciertas startups y que prueban que su poseedor ha obtenido una calificación particular (a un costo relativamente bajo), terminará por socavar la educación universitaria tradicional (y cara). Pero hasta ahora la tecnología educativa apenas si le ha hecho mella.

Un motivo es que las universidades temen menoscabar el valor de sus diplomas de graduación. Por ende, los certificados que los estudiantes obtienen por completar sus MOOC, en general, no cuentan como grados académicos y, en consecuencia, no es probable que hagan mucha diferencia en sus remuneraciones.

Además, los grados universitarios online tienden a tener un precio elevado, de modo que no son competencia para los tradicionales: en ASU cuestan US$ 60,000, comparados con los US$ 40,000 de los títulos basados en la educación presencial, para los alumnos que residen en Arizona y US$ 80,000 para los que viven en otro lugar. Eso significa que no han contribuido con reducir los costos.

La resistencia del profesorado también ralentiza la adopción de la nueva tecnología. Cuando se solicitó a los académicos de la Universidad Estatal de San José (perteneciente al sistema de la Universidad Estatal de California) que dictasen un curso sobre justicia social creado por el catedrático de Harvard Michael Sandel para la MOOC EdX, se rehusaron.

La razón que esgrimieron fue que tales avances amenazaban con “reemplazar a los catedráticos, desmantelar las facultades y proveer una educación de calidad inferior a los estudiantes de las universidades públicas”. Protestas similares se han escuchado en todo el país, de modo que por ahora, los intereses de los académicos están prevaleciendo sobre los de los estudiantes.